Milena lamentablemente no coopera y su hermano muy probablemente ya está en problemas. Pero ahora Imma debe ocuparse de Valentina, que ha hecho una travesura durante una visita escolar a un museo.

Durante la inspección en la habitación de Nunzio, Imma ve unas fotos de Nunzio con una chica. Se trata de Milena, la chica con la que Nunzio llevaba saliendo cerca de un año y que la noche anterior estaba con él en la discoteca.

En el borde de una carretera se encuentra el cadáver de un joven, Nunzio Festa. El chico tiene el sello de la discoteca Magna Grecia, donde la noche anterior había sido protagonista de una pelea.

Comienza un nuevo episodio de Imma Tataranni. Valentina está en la escuela y con la profesora y Don Mariano se habla de los residuos nucleares que el gobierno quería eliminar precisamente en Basilicata.

Caso resuelto con felicitaciones incluidas. Una gran satisfacción para Imma que finalmente puede relajarse un poco.

Romaniello se abre con Imma e insinúa algo que la irrita mucho.

Romaniello es convocado por Imma, quien relata con todo detalle cómo sucedieron los hechos.

La confesión de Leila había revelado al culpable del asesinato de Aida, pero Imma todavía tiene que juntar todas las piezas de esta triste historia y encontrar una manera de atrapar a Romaniello.

En el hospital, Imma le hace algunas preguntas a Leila quien, aunque exhausta y sufriendo, cuenta lo que sucedió entre Aida y Romaniello.

Gracias a la intervención de Imma y su equipo, Staffieri es arrestado. Mientras Romaniello está ofreciendo sus disculpas a Nunzia, Leila, asustada, huye.

Para el día de la Asunción, Valentina se reunió con sus padres, pero no tiene muchas ganas de estar allí con ellos. Imma intenta recuperar la relación y hacerse perdonar por su hija.

Los métodos utilizados en la empresa de Romaniello son todo menos civiles y apropiados. Nunzia le cuenta a Imma por qué y cómo perdió su dedo.

Imma logra sacar de la esteticista la información que está buscando, sin que ésta se dé cuenta.

Durante el viaje en autobús, Imma tiene la suerte de encontrarse con una chica que tiene tatuajes idénticos a los de la víctima. Al llegar a Metaponto, Imma y su madre son recibidas por la madre de Pietro y de inmediato surgen los primeros roces.

Calogiuri hace algunas investigaciones sobre la granja Paradiso y la ONG que la dirige. Imma va a charlar un rato con Saverio Romaniello.