Camilla está cocinando, pero Renzo está fuera con la periodista estadounidense y algo sale mal en la cocina. Dos amigos de Camilla vienen en su ayuda, ofreciéndole una pizza y preguntándole a Camilla sobre el chico asesinado.

Renzo y Livietta despiertan a Camilla con un hermoso desayuno en la cama. Poco antes de ir a la escuela, Camilla llama al comisario para aconsejarle que interrogue a Jim sobre el secuestro de Karin.

Camilla y Christian intentan buscar pistas que puedan ayudarles a entender más sobre la desaparición de Karina. Mientras tanto, Renzo regresa de la noche y le recuerda a Camilla que ese día deberían haber celebrado algo importante.

Karin ha desaparecido y por eso Camilla se encuentra con el comisario en su edificio. Camilla va a visitar a la familia de Karin para saber si hay novedades.

Camilla se encuentra con una persona que ha venido a verla para hablar de su alumna Debby.

Renzo intenta aliviar el dolor en el hombro de Camilla, quien mientras tanto había olvidado la cita con su vecino para repasar latín.

Camilla va a la Policía a denunciar el robo del bolso. Livietta confiesa porque su aparato le duele.

Un día que no empieza bien y que continúa aún peor. ¿Qué le habrá pasado a Camilla?

Un nuevo episodio de la Profesora Camilla, también esta vez con retraso. Antes de correr a la escuela, Camilla se encuentra con una discusión entre sus vecinos.

Este episodio concluye de la mejor manera posible. Mazzeo tiene la oportunidad de explicarse y despedirse de los estudiantes. Camilla, por su parte, se lleva una agradable sorpresa.

Gracias al testimonio de Camilla, la verdad sale a la luz, pero es realmente dolorosa.

Camilla corre a la comisaría para contarle al subcomisario lo que sabe sobre Mazzeo. Gaetano le cree a pesar de estar bastante enfadado con ella por lo que Camilla ha omitido.

La noticia de Mazzeo ya está en todos los periódicos. El caso parece estar cerrado, pero aún no hay rastro de Mazzeo. Quizás las cosas no son como parecen.

El comisario interroga a Lubia, que todavía está bastante conmocionada por lo que sucedió en el Bailù, y gracias a sus declaraciones se esclarece definitivamente el caso.

Renzo logró hacer reparar el collar de perlas, pero descubre que ¡las perlas no son verdaderas! Para Livietta al principio esto es una verdadera decepción, pero para la abuela un poco menos.