Minivip va a aver a su psicólogo para hablar de un sueño que recrea algunos de los traumas que sufrió nuestro héroe durante su niñez.

Nuestro pequeño superhéroe regresa a la consulta del doctor para confesarle que su reciente popularidad le tiene bastante intranquilo.

Por, al menos en sueños, Minivip se ha convertido en un superhéroe de verdad. Sin embargo, el sabor de la gloria no es como se lo había imaginado.

Minivip llega a la consulta del doctor con otra historia y un grupo de amiguitas que le acompañan desde su última desventura en el circo.

Minivip vuelve al estudio para compartir con su médico un hecho reciente. Sin embargo, el doctor parece estar más interesado en otros asuntos.

Esta vez la desventura comienza con un acto heroico de nuestro Minivip que, como de costumbre, trata de probar desesperadamente su cualidad de superhéroe.

Minivip vuelve a la consulta para compartir con el doctor su última desventura. Sin embargo, el doctor parece estar más interesado en usar el comportamiento de los peces en su terapia de cura.

Un pequeño roedor es el protagonista de la nueva historia de Minivip quien se dirige al consultorio del doctor para compartir su última desdicha.

La identidad de Minivip siempre ha sido un problema para nuestro pequeño superhéroe. En su última aventura este obstáculo vuelve a ser evidente.

Minivip vuelve a la consulta del doctor para contarle una historia marcada por un accidente que le da a nuestro pequeño superhéroe bastantes dolores de cabeza.

En esta ocasión Minivip comparte con su doctor la historia que dio orígen a uno de sus traumas personales.

Armando sale y La Pimpa se queda en casa porque tiene que hacer los deberes, pero algo la distrae... es Rachele, una rana ronca a la que le encanta cantar.

Sería maravilloso interactuar con los personajes de los cuentos de hadas... ¡la Pimpa puede!

Es el cumpleaños de Armando y mientras él duerme, Pimpa y Tito quieren arreglarle su traje de fiesta, pero hacen un lío y deciden regalarle uno nuevo.

Pimpa y Conejito van al parque de atracciones. Jugando al tiro al blanco, Pimpa gana un pececito rojo que se llama Ninì. Ninì la lleva a conocer un magnífico lugar en el fondo del mar donde Pimpa conocerá a un nuevo amigo que no conoce bien su identidad.