Después de un largo día de trabajo llega el momento de la cena y con esta el momento de asistir a las dinámicas familiares.

El café, entendido en el sentido más amplio de la palabra (bebida, plata, grano, lugar de encuentro, etc...) es la musa de Caffè Corto Moak, el concurso internacional de cortometrajes promovido por Caffè Moak. El concurso es un escaparate para la creatividad de jóvenes talentos que pueden participar con obras de tema y género libres.

Una edición navideña del telediario Yabla Italia viene interrumpida abruptamente por un visitante inesperado. Sin embargo, los buenos deseos de Navidad no pueden faltar.

¿Cómo te gusta el café? ¡Descubre de qué forma lo prefiere Cettina!

En casa crece la desconfianza contra Cetinka y su novio. Además, el amor platónico de María se hace más fuerte con el paso de los días.

A pesar de la dificultad en la que se encuentra, Alessio comienza a mostrar lo mejor de sí. Mientras trabaja, conoce a una persona que le sorprende positivamente.

Las cosas para Alessio van de mal en peor y la tensión con el propietario no deja de crecer. De repente quedará atrapado en una difícil situación.

Alessio se encuentra atrapado en la playa y se da cuenta de que su única opción es ponerse a trabajar. Sin embargo, conseguir trabajo no será tan fácil.

El abuelo Libero tiene serias dudas sobre Giacinto y se lo dice a Cetinka y Lele quienes dudan de las conclusiones del abuelo.

Alessio se desvía de su camino para disfrutar del mar. Sin embargo, esa parada le jugará una mala pasada.

El abuelo Libero se altera un poco mientras habla con el fontanero que le está arreglando la ducha. Por su parte la tía Alice recibe una inesperada noticia de su novio.

Una nueva edición del telediario Yabla Italia. En ella, Marika nos habla de política y leyes, Guido de automovilismo y Anna, como siempre, del estado del tiempo en Italia. Además, un reportaje especial con Daniela, quien sigue desde Roma el fenómeno de la paloma políglota.

El final del año escolar trae malas noticias para Alessio quien debe arreglar cuentas con sus padres. Sin embargo, su deseo de viajar parece inquebrantable.

Lele está cansado y las noticias en el hospital no son las mejores. Decide ir a casa pero en su hogar también hay problemas que resolver.

Cuando la oscuridad parece que no acaba, Pippo y Palla se dan cuenta de que no están en la casa y que tal vez han sido secuestrados. ¿Terminarán como el atún Filippo? ¡Descúbrelo!